lunes, 11 de junio de 2012

El rostro de las mujeres se calienta conversando con el sexo opuesto


Investigadores de la Universidad St Andrews (Reino Unido) han demostrado que las interacciones sociales no sexuales entre hombres y mujeres hacen que la temperatura de la cara de las mujeres aumente considerablemente. Para llegar a esta conclusión, los científicos emplearon imágenes térmicas para registrar la temperatura de la piel en los brazos, las palmas de la mano, la cara y el pecho de los interlocutores. Y detectaron que en las interacciones entre ambos sexos había una respuesta fisiológica al contacto social mucho más intensa de lo que imaginaban, ya que la temperatura facial en las mujeres aumentaba un grado centígrado, a pesar de que no existía sensación de rubor por parte de los participantes. Sin embargo, en interacciones similares entre dos mujeres no se producía ningún cambio de temperatura, según desvelan los autores en el último número de la revista Biology Letters.


Los investigadores tratarán ahora de determinar si esta respuesta fisiológica es detectada por los demás y si afecta de algún modo a las interacciones sociales. “Estamos explorando la relación entre variaciones en la temperatura de la piel y el color de la piel, que debería ser ligeramente más roja al aumentar el flujo de sangre”, explica Carmen Lefevre, coautora del estudio, que sospecha que esos cambios podrían ser detectados inconscientemente en la conversación y afectar a la percepción del atractivo físico, cumpliendo así una función biológica. 

sábado, 9 de junio de 2012

La NASA descubre un bosque bajo el hielo del Ártico


Es un bosque en medio del desierto helado. Así lo describen, en un comunicado, los científicos que han descubierto, en una expedición de la NASA, que el Océano Ártico se está tiñendo de verde por la proliferación de plantas marinas microscópicas, que son esenciales para la vida en otros mares, pero que no habían sobrevivido hasta ahora en un ecosistema tan frío.
El calentamiento global está, según el trabajo que publican esta semana en 'Science' detrás de un fenómeno que hasta ahora no se había detectado en toda su amplitud.


La expedición ICESCAPE (siglas de Impactos del Clima en los Ecosistemas y la Química del Ártico) exploró las aguas de los mares de Beaufort y Chukchi, en Alaska, a bordo de un rompehielos estadounidense. "Hemos observado una masiva expansión del fitoplancton entre 800 centímetros y 1,3 metros en la capa helada del primer año en el mar Chukchi", aseguran los autores.


Esa capa se extiende en más de 100 kilómetros, un fenómeno que no había sido observado hasta ahora. El equipo ahora lo ha descubierto, ya fue capaz de encontrar hace un tiempo una 'selva amazónica' en medio del desierto de Mojave, en California, como recuerda Paola Bontempi, del programa de Biología Oceánica de la NASA.
Los cambios en el Ártico ya habían sido detectados por imágenes de satélite de la NASA. La expedición tenía como objetivo confirmar los datos, en un lugar de difícil acceso desde tierra.


Hasta ahora se pensaba que estas plantas que tiñen de verde el agua y son la base de la cadena alimenticia marina, sólo crecían después de que el hielo del mar se retiraba, lo que ocurre en verano. El problema, dice el biólogo Sam Laney, del Woods Hole Oceanographic Institution, está en que, igual que un aguacero hace florecer el desierto, la acumulación de agua de deshielo en cortos periodos de tiempo en el Ártico tienen importantes efectos sobre el ecosistema.


La Tierra necesita un plan de emergencia


A lo largo de la historia, la Tierra ha vivido cinco grandes episodios de extinciones masivas asociados a cambios climáticos que han modificado las características de todo el planeta. Un artículo en la revista Nature, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analiza las fuerzas que “pueden estar dirigiendo” un nuevo cambio en el estado planetario y aporta posibles herramientas para minimizar sus consecuencias.
Las épocas de transición que la Tierra ha experimentado a lo largo de su historia representan sólo un 5%. El resto del tiempo se ha mantenido estable. El último gran cambio tuvo lugar hace unos 14.000 años, cuando el 30% de la superficie terrestre perdió la capa de hielo que la cubrió durante el último periodo glacial. La última edad de hielo había durado unos 100.000 años, mientras que el periodo de transición se alargó poco más de tres milenios. Desde entonces, el planeta ha mantenido unas características más o menos estables hasta la aparición y el desarrollo de la civilización humana.


El investigador de la Estación Biológica de Doñana Jordi Bascompte, que ha participado en el trabajo, afirma que “los humanos estamos provocando cambios que podrían llevar a un nuevo estado planetario; estos cambios parecen involucrar alteraciones en la química de la atmósfera y los océanos, y grandes trastornos en los flujos de energía desde el principio hasta el final de la cadena alimentaria”.
La investigación destaca que la humanidad, por tanto, es la principal promotora de las circunstancias que están motivando este cambio del estado planetario. El incremento de la población está asociado a un mayor consumo de recursos y energía, y a la transformación y fragmentación del paisaje que alteran las condiciones atmosféricas, oceánicas y terrestres que, a su vez, amenaza la supervivencia de la biodiversidad actual.


La tasa de crecimiento anual de la población es de unos 77 millones de personas, casi 1.000 veces superior que la experimentada hace entre 10.000 años y 400 años, cuando se situaba en unas 67.000 personas. El estudio destaca que el incremento de la población ha traído consigo la transformación del 43% de la superficie terrestre en áreas urbanas y agrícolas. Del mismo modo, los humanos controlan el uso de hasta el 40% de la producción primaria mundial, lo que limita el acceso de otras especies a este recurso. A su vez, el consumo de combustibles fósiles ha supuesto un aumento de la concentración de CO2 atmosférico de un 35% y ha provocado un descenso del 0,05 en el pH oceánico.
El impacto del conjunto de alteraciones que está sufriendo el planeta es mayor que la suma individual de cada una de esas alteraciones. El también investigador de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y colaborador del trabajo Eloy Revilla considera que “si estos impactos directos superan el 50%, incluso las áreas inalteradas del planeta sufrirán las consecuencias”. Según el artículo, “si la tasa de incremento de la población se mantiene y también lo hace el nivel de consumo de recursos, este porcentaje será alcanzado hacia 2025 y llegará al 55% en 2045”.
Minimizar los impactos


Lo que sucederá cuando se llegue a tales niveles de impacto es todavía incierto, pero Revilla opina que “esos porcentajes deberían preocuparnos muy seriamente”. No obstante, se intuyen algunas consecuencias como la pérdida de servicios ambientales. El artículo señala aspectos como una pérdida de productividad en las tierras de cultivo, una menor capacidad de almacenamiento de CO2 y el colapso del stock pesquero.
Para minimizar estos posibles impactos y no superar la barrera de impacto del 50%, el artículo propone las siguientes medidas: reducir la tasa de crecimiento anual de la población y su consumo de recursos asociado, sustituir el mayor nivel energético posible por fuentes renovables, aumentar la eficiencia en la producción de alimentos y mejorar la gestión de las zonas de la Tierra que aún no han sido dominadas por humanos. Según el artículo, la humanidad está en una encrucijada crítica en la que debe decidir si quiere guiar los cambios del planeta o simplemente dejar que las cosas sucedan.

miércoles, 6 de junio de 2012

Así responde tu cerebro a una caricia sensual


Un roce con la nariz en el cuello, un arrumaco suave en la rodilla, un dedo que se desliza alrededor del lóbulo de la oreja... Son caricias que podemos percibir como agradables y placenteras muestras de amor o como un verdadero ataque, según de quien procedan. Neurocientíficos del Instituto Caltech de California (EE UU) han descubierto que de establecer esta diferencia se ocupan neuronas presentes en el córtex primario somatosensorial del cerebro, que no solo evalúa el contacto físico "objetivamente", sino también la carga emocional. Los resultados se publican hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).


Utilizando un escáner de resonancia magnética funcional, los investigadores observaron el cerebro de hombres heterosexuales que eran acariciados en la pierna a la vez que veían un vídeo de una mujer atractiva acariciando la piel, en unos casos, y el mismo vídeo protagonizado por un hombre, en otros. La primera experiencia les produjo placer, mientras que en el segundo caso los sujetos declararon sentir un rechazo visceral. Esa diferencia coincidió con la actividad registrada en la corteza primaria somatosensorial. "Por primera vez hemos demostrado que esta zona del cerebro, que percibe si un objeto es liso o rugoso, también es sensible al significado social del contacto físico", aclara Michael Spacio, coautor del estudio, que añade que no procesamos por separado las características físicas y las emocionales de una caricia. “La emoción está presente desde el principio”, concluye.


Su compañero de investigación, el holandés Christian Keysers, asegura que "nada en nuestro cerebro es totalmente objetivo". "Nuestra percepción está profundamente marcada por lo que sentimos hacia las cosas y las personas", añade. El hallazgo podría ayudar a modelar las respuestas sociales al contacto físico en las personas que padecen autismo desde edades muy tempranas.

Un agujero negro vaga por el Universo


Un enorme agujero negro podría estar siendo expulsado de su galaxia a varios millones de kilómetros por hora, según indica un estudio realizado por científicos del Instituto Smithsonian de Astrofísica (EEUU). Estos hallazgos verifican, además, la existencia de las ondas gravitacionales que predice la teoría de la relatividad de Einstein.


Aunque ninguna partícula material, ni siquiera la luz, es capaz de escapar de un agujero negro, estos sin embargo tienen capacidad para emitir rayos X, una propiedad que aprovechan los astrofísicos para estudiar a estos misteriosos gigantes. En este caso, los científicos estudiaron las emisiones de rayos X en la galaxia CID-42, a unos 4 mil millones de años luz de la Tierra, y que parece ser el resultado de la fusión relativamente reciente de dos galaxias gigantes. CID-42 contiene dos manchas de luz, una en el centro de la galaxia y otra en el borde. Al analizar las manchas, los astrónomos detectaron que solo una de ellas, la del borde, emitía rayos X.


Laura Blecha, una de las autores del trabajo, sostiene que hay dos explicaciones para este fenómeno. La primera es que ambas manchas sean agujeros negros, y que por tanto ambos emitan rayos X, pero en el caso del agujero central, una gran concentración de polvo oculte dicha emisión. 
Por otro lado, la mancha central podría simplemente ser un nuevo núcleo de formación de estrellas, y la mancha del borde sería un agujero negro, varios millones de veces más pesado que el Sol, que está siendo expulsado de la galaxia a una velocidad de 2.000 kilómetros por segundo. 


Los propios científicos están asombrados: "es difícil creer que un agujero negro que pesa millones de veces el Sol pueda ser puesto en movimiento, y expulsado de la galaxia a gran velocidad", indica Francesca Civano, una de las autoras. "Sin embargo, estos datos confirman la idea de que las ondas gravitacionales predichas por Einstein, pueden ejercer una fuerza extremadamente potente".

¿Es bueno beber agua durante un examen?


Beber agua durante un examen puede mejorar notablemente los resultados obtenidos, según se desprende de un estudio de las universidades de East London y Westminster, en Reino Unido. Sus autores comprobaron que los estudiantes universitarios que alcanzaban cursos superiores eran mucho más propensos a llevar una botella de agua a un examen que los estudiantes de primer año, o que aquellos que no superaban los primeros cursos. Después demostraron, a través de una serie de experimentos, que la relación no era casual: los alumnos que bebían y se hidrataban durante la prueba eran también los que obtenían mejores notas. Los investigadores atribuyenesta relación a que, por un lado, el agua tiene un efecto fisiológico sobre el cerebro que mejora la capacidad de razonamiento. Pero, además, beber durante una prueba de conocimiento alivia la ansiedad, que tiene un efecto negativo sobre la nota final. “En cualquier caso, los estudiantes deberían permanecer hidratados con agua en los exámenes”, concluyen Chris Pawson y sus colegas, que animan a los profesores a transmitirlo a sus alumnos.

lunes, 4 de junio de 2012

'Podemos llegar a Marte en 20 años si empezamos a preparar ya la misión'


Diego Urbina sueña con ser el Neil Armstrong de Marte, para dar el siguiente 'pequeño paso para un hombre y gran salto para la Humanidad' sobre la superficie del planeta rojo. Por eso este joven italiano de origen colombiano estuvo dispuesto a someterse al desafío de la misión Mars 500, encerrándose durante 17 meses en Moscú para simular un viaje a tierras marcianas.
A lo largo de 520 días, de junio de 2010 a noviembre de 2011, Urbina se aisló junto con otros cinco voluntarios en una cápsula en la capital rusa, como si se tratara de una misión real a Marte. Pero ahí no acabó su odisea. Tras superar esta durísima prueba de resistencia física y psicológica, Diego y sus compañeros se acaban de montar a bordo de un vuelo parabólico de la Agencia Espacial Europea (ESA) para experimentar en su cuerpo los efectos de la gravedad cero.
ELMUNDO.es compartió con Urbina y su colega francés Romain Charles este espectacular vuelo que simuló la vida espacial, y fue testigo de cómo se convirtieron en 'conejillos de indias' de varios experimentos sobre el impacto de la gravedad cero sobre el organismo humano. Poco después de volver a poner los pies en la Tierra, hablamos con Urbina sobre esta experiencia y su visión del futuro de la exploración espacial.