Científicos de la Universidad de Alberta (Canadá) han encontrado un puñado de plumas del Cretácico atrapadas en la resina de los árboles. La resina se convirtió en ámbar y ha conservado durante 80 millones de años once tipos de plumas diferetes, algunas pertenecientes a dinosaurios no aviarios, así como plumaje muy similar al de especies de aves modernas como el zampullín chico, capaz de nadar bajo el agua.
Las plumas fueron encontradas en la extensa colección de ámbares del Museo Royal Tyrrell, en el sur de la provincia canadiense de Alberta del Sur, procedentes del célebre depósito de ámbar canadiense del lago Grassy, según revelan hoy los autores del descubrimiento en un artículo publicado en la revista Science.
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