jueves, 17 de mayo de 2012
Mordiscos de cocodrilo en la historia de la especie humana
Los caminos para estudiar la evolución humana llevan a lugares insospechados, como el recinto del parque zoológico Faunia de Madrid. Un equipo de investigadores españoles ha descubierto el papel de los cocodrilos ('Crocodylus niloticus') en la historia de la Humanidad acudiendo a alimentar a un grupo de estos saurios en el parque zoológico.
Los científicos del Instituto de Evolución en África (IDEA) buscaban demostrar, y así lo han conseguido, que los ancestros humanos de hace dos millones y medio de años, los 'Homo habilis', se asentaron en lo que serían los primeros campamentos de la especie, en la Garganta de Olduvai (Tanzania) porque los cocodrilos no eran una amenaza, como defienden paleontólogos de la Universidad de Rutgers(EE.UU.)
Los arcosaurios son de los carnívoros más primitivos y, además, han evolucionado poco en los últimos cuatro millones de años. Los americanos han mantenido, en algunos estudios, que los primeros 'Homo' eran carroñeros que no llegaron a tener asentamientos fijos en Olduvai (en concreto en un yacimiento llamado FLK) porque la zona estaba infestada de cocodrilos, que podían devorarles. Para probarlo, mencionaban varios fósiles de 'habilis' que habrían sido mordisqueados por estos saurios.
Pero en el IDEA no lo creen así y querían confirmar sus tesis. Por ello, acudieron durante semanas a alimentar con carne a los cocodrilos de Faunia, recogiendo después los restos que dejaban. "Fue muy interesante acercarse a estos animales, que siempre me han atraído", comenta Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, uno de los autores del artículo publicado en 'Journal of Archaeological Science'.
Junto con Manuel Domínguez-Rodrigo, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid y Charles Musiba, de la Universidad de Colorado Denver, comprobaron después, por microscopio, las marcas de los dientes que habían dejado y las compararon con las que hay en los fósiles de Olduvai.
"Esta prueba experimental nos sirvió para comprobar que los dos restos de 'Homo habilis' a los que se referían análisis anteriores no fueron devorados por cocodrilos. Estaban ya muertos cuando se los comieron", señala Baquedano. En concreto, se refiere a los fósiles de un pie izquierdo y una pierna, de hace 1,8 millones de años, en las que no hay las marcas típicas de estos animales.
La experimentación se llevó a cabo en 2011 con ocho cocodrilos del parque zoológico, a los que les alimentaron con pedazos de vaca, potro, cabra, cerdo y jabalí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario