Diego Urbina sueña con ser el Neil Armstrong de Marte, para dar el siguiente 'pequeño paso para un hombre y gran salto para la Humanidad' sobre la superficie del planeta rojo. Por eso este joven italiano de origen colombiano estuvo dispuesto a someterse al desafío de la misión Mars 500, encerrándose durante 17 meses en Moscú para simular un viaje a tierras marcianas.
A lo largo de 520 días, de junio de 2010 a noviembre de 2011, Urbina se aisló junto con otros cinco voluntarios en una cápsula en la capital rusa, como si se tratara de una misión real a Marte. Pero ahí no acabó su odisea. Tras superar esta durísima prueba de resistencia física y psicológica, Diego y sus compañeros se acaban de montar a bordo de un vuelo parabólico de la Agencia Espacial Europea (ESA) para experimentar en su cuerpo los efectos de la gravedad cero.
ELMUNDO.es compartió con Urbina y su colega francés Romain Charles este espectacular vuelo que simuló la vida espacial, y fue testigo de cómo se convirtieron en 'conejillos de indias' de varios experimentos sobre el impacto de la gravedad cero sobre el organismo humano. Poco después de volver a poner los pies en la Tierra, hablamos con Urbina sobre esta experiencia y su visión del futuro de la exploración espacial.
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