En 2010, se produjeron en el mundo 1,24 millones de muertes por culpa de la malaria. Ésta es la nueva cifra que aporta un estudio publicado en 'The Lancet' y que implica que la mortalidad atribuida a esta enfermedad es el doble de lo que se pensaba. Los datos del informe sugieren que la actividad del paludismo en los últimos años ha sido radicalmente distinta de la estimada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con un pico máximo de muertes en 2004. La lectura positiva es que desde ese año, gracias a los programas de prevención y tratamiento, los fallecimientos han descendido un 31%.
Los métodos empleados por los investigadores, procedentes de la Universidad de Washington (Seattle, EEUU), indican que en el año 2010 las muertes en menores de cinco años en África fueron 1,3 superiores a las que figuran en el Informe Mundial sobre Malaria de 2011. Para mayores de cinco años en ese mismo continente, habrían sido 8,5 veces más y para individuos de todas las edades en el resto del mundo, 1,8 veces superiores.
Mientras que los menores de cinco años siguen siendo el grupo más castigado por el paludismo -suman el 56% de las muertes-, "el hallazgo más importante de este estudio es que en el mundo se produjeron 433.000 muertes más de lo estimado por los datos de la OMS en mayores de cinco años", indican los autores.
En definitiva, el informe sugiere que la situación es peor de lo que se pensaba y que, como subraya el estudio, "las metas a corto plazo, como la reducción de las muertes por malaria a cero para 2015, podrían ser poco realistas".
Pero no todo son malas noticias. El estudio, financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates, señala que "las intervenciones puestas en marcha desde 2004 [cuando la mortalidad en el mundo alcanzaron el máximo en 1,8 millones] han sido tremendamente útiles en la reducción del número de muertes", destaca el editorial de 'The Lancet'. En estos últimos años, los decesos han caído un 31%.
"Gran parte de este éxito se le puede atribuir al trabajo del Fondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria", continúa el editorial. Este organismo ha aportado dos tercios del dinero total destinado a la malaria desde 2002 y "el anuncio de que la ronda 11 de financiación será cancelada arroja muchas dudas sobre si los avances en la reducción de la mortalidad de la malaria se pueden ampliar o incluso mantener", critican los autores.
"Los resultados que publicamos muestran lo esencial que es que los donantes se vuelvan a comprometer con el Fondo Mundial, del mismo modo que lo hicieron el pasado verano con la Alianza Global para las Vacunas", subraya el editorial.
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