¿Le suenan consejos del tipo 'deja la herida al sol que así se cura' o 'esa cicatriz se irá cuando salga la costra'? Por mucho que abuelos y padres siempre busquen nuestro bienestar, no siempre están en lo cierto... y este es un ejemplo.
Esta semana se celebra el II Congreso Nacional de Heridas y Cicatrización que organiza la Sociedad Española de Heridas (SEHER) y, entre otros temas, abordarán un 'Decálogo sobre cómo tratar una cicatriz'. ¿El objetivo? Desterrar los falsos mitos en cuanto a la curación de las heridas y evitar una mala cicatrización que, según su gravedad, puede provocar molestias o desencadenar problemas en el futuro.
Como explica a ELMUNDO.es el presidente de la SEHER, Xavier Santos, "aunque los tratamientos a seguir dependan también del tipo de cicatriz, existen una serie de claves generales, fáciles de seguir, que ayudan a una recuperación mejor y más rápida".
Adiós a la costra...
"La presencia de la costra está señalando la posibilidad de desarrollar una mala cicatriz", asegura el doctor Santos. "Incluso como cirujano plástico, yo siempre recomiendo a mis pacientes que al día siguiente de la operación se limpien la herida con agua y la eviten. La costra es simplemente sangre seca y caldo de cultivo para posibles infecciones. Además, tira de los bordes de la herida, lo que causa daños donde esté localizada", explica.
y al sol.
Evitar la exposición al sol de la zona afectada es un cuidado básico, ya que "los rayos ultravioletas hacen que se pigmente la cicatriz", analiza Santos. Para ello, habrá que cubrirla desde el principio y aplicar geles para las zonas más expuestas que eviten rojeces, además de pantallas solares con un factor de protección 50. En las cicatrices de cierta gravedad, el agua se evapora con rapidez, por lo que es necesario mantener la zona hidratada ya sea con cremas o vendajes que retengan la humedad.
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