Sima de los Elefantes
El yacimiento Trinchera Elefante (también denominado Sima del Elefante) es otro de los ricos depósitos que afloran en la Trinchera del Ferrocarril con 15 metros repletos de sedimentos.
Dadas las alentadoras expectativas del yacimiento, en 1997 se decidió realizar una excavación de sondeo en la mitad inferior del depósito que aún hoy continúa, y donde han aparecido numerosos restos de animales. La parte inferior, el nivel 'unidad roja inferior' de la Sima del Elefante es la localización más antigua de las hasta ahora conocidas en la Sierra de Atapuerca. Es algo anterior a los niveles inferiores (los más antiguos) de Dolina, dado que las especies de roedores que se encuentran en esta unidad estratigráfica del yacimiento Trinchera-Elefante son más primitivas que las de los niveles 3-6 de Dolina.
Desde aquella campaña del año 1997 hasta el 2006, había proporcionado interesantes hallazgos faunísticos, en muchos casos de una antigua superior a la del resto de yacimientos. Sin embargo, fue la campaña de 2007 la que marco un antes y un después en la historia de este yacimiento.
El descubrimiento de un mandíbula con algunos de sus dientes en el yacimiento de la Sima del Elefante en Atapuerca durante la campaña 2007 de excavación, confirma que los primeros humanos ya se encontraban en Europa Occidental hace 1,2 millones de años.
Gran Dolina
Los primeros hallazgos se efectúan en los años 70/80, codificándose el lugar como TD (Trinchera Dolina) y los distintos estratos de sedimentos como TD1 hasta TD11 (el más moderno y el superior); e instalándose un andamio de grandes dimensiones para permitir la excavación en los distintos niveles.
En ella, en el nivel TD6 (hace 800.000 años), se encontraron en 1994 restos de un cráneo, denominado como El niño de Gran Dolina, que se identificó como perteneciente a una nueva especie de homínido, Homo antecessor, del que posteriormente se encontrarían restos pertenecientes a hasta 6 individuos. Estos restos han cambiado lo que se pensaba sobre la evolución humana en el continente europeo.
Dichos restos se asemejaban al Homo heidelbergensis, predecesor de Neanderthal por características de su frente y los dientes, pero también presentaban características más modernas, como los rasgos de su cara, propias del Homo sapiens, el ser humano actual; por lo tanto, se les identifica como el antepasado común de ambos, posición antes atribuida al homo heidelbergensis. Se ha podido comprobar también que estos homínidos practicaban el canibalismo.
En niveles inferiores (hasta hace 1.500.000 años) se han encontrado restos de industria lítica, lo que hace suponer la existencia de homínidos, que serían, así, los más antiguos de Europa.
Sima de los Huesos
Este yacimiento pertenece al complejo kárstico de Cueva Mayor – Cueva del Silo. En la actualidad para acceder a este yacimiento hay que recorrer durante 500 metros Cueva Mayor, complejo al que pertenece, hasta llegar a un pozo de 13 metros de profundidad, al fondo del cual se encuentra albergado uno de los más importantes depósitos fosilíferos del mundo, con una cronología de unos 500.000 años. Se trata de la mayor acumulación de fósiles humanos de la historia.
Hoy sabemos la riqueza de este sitio, pero los comienzos fueron duros e inciertos. En 1976 Trinidad Torres se encuentra en la Sima recogiendo restos de oso y a la vez recupera también varios fragmentos óseos humanos que entregará a Emiliano Aguirre, quien se percibe del potencial de esta cavidad y comienza a intervenirla.
En 1983 el equipo de Emiliano comienza a limpiar la Sima, que estaba convertida en un basurero con sedimento revuelto, y hay que esperar hasta 1984 para llegar a la parte intacta. Comienzan a salir decenas de fósiles humanos y se empieza a valorar la importancia de la Sima, no sólo porque los restos sean significativos cualitativamente, sino también cuantitativamente. Este lugar contiene numerosos individuos de la especie Homo heidelbergensis.
La exhumación de restos continúa hasta que en 1992 llegan grandes sorpresas. Durante la campaña de este año aparecieron un cráneo completo bautizado como Agamenón (el cráneo 4), Miguelón o cráneo 5, que es el más completo del registro fósil mundial, y el cráneo 6, que se restauró en el laboratorio, ya que había salido en muchos fragmentos. También aparecieron huesos del oído medio como el yunque, martillo y estribo. El verano siguiente se recuperó la mandíbula de Miguelón.
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